jueves, 10 de diciembre de 2009

IMPORTANCIA DE LA DIETA MEDITERRANEA EN LA SALUD

Cada vez más somos testigos de la importancia que los profesionales de la salud y expertos en nutrición otorgan a la Dieta Mediterránea.

Una alimentación saludable es el pilar básico sobre
el que se sustenta nuestro día a día. Hacer que esa alimentación se componga de todos los nutrientes que nuestro cuerpo necesita es tarea personal, por ello es fundamental ser consciente de las propiedades nutricionales que nos aporta cada alimento, en concreto una carne magra como la carne de conejo.

La Dieta Mediterránea es aquella en la que abundan los alimentos de origen vegetal, aprovechando los de temporada, frutos secos, legumbres, carnes magras, pescado, huevos, leche y lácteos, y cantidades moderadas de vino y cerveza, utilizando como aceite de cocinado y uso en crudo, el aceite de oliva. Todo ello acompañado de un consumo bajo de grasas
saturadas.

No obstante, es fundamental la variedad y cantidad de cada alimento que se consume y su modo de preparado, englobado dentro de unos hábitos saludables entre los que destaca una actividad física regular. La conjugación de dichos alimentos son los que dan un valor saludable
al total de la dieta.

En la Dieta Mediterránea es imprescindible el uso del aceite de oliva como principal grasa de adición. Es esencial tomar alimentos vegetales a diario y en abundancia, como frutas frescas,verduras, hortalizas, legumbres y frutos secos, y sobre todo es fundamental tomar verduras crudas a diario, a través de ensaladas.

La fruta fresca debe ser el postre de elección, sin embargo, en ocasiones especiales puede optarse por dulces caseros. El pan, la pasta, el arroz y sobre todo sus variedades integrales son parte de la dieta diaria. Hay que aprovechar los alimentos de temporada y locales, dado que son los más fáciles de encontrar con una gran calidad. El consumo de lácteos debe ser diario, integrando en el menú yogures y quesos.

El agua es fundamental, debe tomarse en abundancia, en cantidades que ronden el 1´5 ó 2 litros. Además del agua, el vino y la cerveza son parte de la Dieta Mediterránea, y pueden consumirlo los adultos sanos durante las comidas con moderación, una copa en mujeres y dos hombres.

La carne de elección debe ser preferiblemente magra, como las aves, el lomo de cerdo o el conejo, alternando su consumo con los huevos y el pescado.

Estudios sobre la calidad nutricional de la carne de conejo han demostrado su idoneidad como componente de una dieta sana, variada y equilibrada. Entre las múltiples propiedades de la carne de conejo destaca por ser una de las carnes con menor contenido en grasa, lo que la convierte en un alimento especial adecuado para personas con obesidad, sobrepeso y dislipemias, al mismo tiempo que es muy recomendable para determinadas etapas clave del
desarrollo, como la infancia y adolescencia.

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